Cilindro simple efecto
La diferencia entre los cilindros de simple efecto y los cilindros de doble efecto, es que los primeros solamente pueden realizar un trabajo en la carrera producida por la acción del aire comprimido, la carrera de retorno se realiza de forma externa al propio cilindro, ya sea aplicándole una fuerza o un resorte.
El dibujo solo representa a uno de tantos cilindros simples existentes en el mercado.
No debemos confundir las carreras del vástago. Es decir, existen dos carreras, una de entrada y otra de salida del vástago, pero el
aire comprimido puede actuar tanto en la carrera de entrada como en la carrera de salida, en un cilindro simple, nunca lo hará en las dos
carreras.
La explicación del cilindro representado aquí es de fácil comprensión:
Cuando insertamos aire comprimido por la vía (10), se llena de aire la cámara posterior (8), el muelle se contrae (6) expulsando el
aire atmosférico por el orificio de fuga (11) y desplazando el vástago o pistón (5).
Cuando desconectamos la vía (10) del aire comprimido y lo conectamos con el aire atmosférico, se llena de aire atmosférico la
cámara anterior (7) por el orificio de fuga (11), se expande el muelle (6) provocando el retorno del vástago o
pistón (5).
Existen ventajas y desventajas en el uso de este cilindro, por este motivo es aconsejable conocerlo.
Por una parte, si lo comparamos con otro cilindro de doble efecto que disponga de las mismas características, su consumo es de la mitad.
Pero por otra parte, al tener un muelle en su interior, el vástago no puede realizar recorridos superiores a los 110 mm. Hay que tener en cuenta, que cuanto más recorrido más fuerza debe ejercer el muelle.
Entre los cilindros de simple efecto destacan los telescópicos (tienen más carrera) y los de membrana (no tienen rozamientos).
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